Si bien la "industria" y el "mercado" de los carritos de bebe, carriolas o cochecitos de niños tiene una centuria, su historia -como es de esperarse- se remonta a muchos años atrás.
LA "PREHISTORIA"
El proceso "industrial" actual comienza tras la Primera Guerra Mundial, en las postrimerías del Siglo XX. Pero antes ya se registran antecedentes.
Hay cierto consenso en reconocer como el "inventor del cochecito de bebés" al arquitecto y paisajista inglés William Kent, quien en 1733 construyó el primer carrito de bebé para los hijos del Duque de Devonshire.
Para su invención tomo como referencia los carruajes de la época y lo que hizo fue, en cierto sentido, un "mini carruaje" o un "carruaje a escala". Este primer carro de bebés podía ser tirado por perros o cabras.
Su popularidad comienza a llegar casi un siglo y medio después, cuando a fines del 1800 la Reina Victoria comienza a utilizarlos y los "legitima" ante una sociedad que por entonces no revestía de glamour al hecho de maternar o paternar, porque para esa tarea menor estaban las "matronas". La Reina Victoria comienza a cambiar la percepción sobre ello.
Y es el 18 de junio de 1889 cuando William H. Richardson patenta el "coche de bebé moderno". Este afroamericano toma la creación de Kent y le introduce los cambios que -hasta el día de hoy- son insignia y definen a este artefacto: forma de cesta; techo o cobertor corredizo que se podía mover hacia adelante o hacia atras, permitiendo ubicar al infante mirando al paseador o mirando el paisaje; y ruedas moviles independientes, que le otorgan una mayor maniobrabilidad. Richardson es el padre del coche de bebés moderno.
LA INDUSTRIALIZACIÓN
No obstante, el proceso de masificación de su comercialización llega en el período entre guerras, donde se populariza su industrialización y venta masiva. A partir de entonces, comienzan a implementarse diferentes aditamentos, modificaciones y agregados que fueron mejorando sus prestaciones y utilidades, como la implementación del cochecito de bebe doble o carritos gemelares, para precisamente aquellos que tenían gemelos o mellizos.
Más acá en el tiempo, comienzan a aparecer los sistemas polivalentes o 3 en 1, que implementan más usos, utilidades, prestaciones y versatilidad a estos mobiliarios que existen en toda casa donde hay un niño.
En la primera mitad del siglo XX inclusive, muchas instituciones benéficas comenzaron a entregar cochecitos de bebés a madres de clases más postergadas. Esto hizo que se popularice su uso en todas las clases sociales.
La necesidad, entonces, podría entenderse en un motivo complejo: muchas madres quedaron viudas jóvenes, por que sus esposos no regresaron de las Guerras, y necesitaban poder "movilizarse" con sus hijos, que no podían dejar a cargo de nadie.
Ya en la segunda mitad del siglo XX aparece otra gran innovación en este producto. El ingeniero aeronáutico MacLaren, crea en 1965 el "coche plegable", creando lo que muchos hoy conocen como "el cochecito paragüita". Más liviano (tanto por su tela como por su estructura) y con la opción de la plegabilidad que permite cerrarlo y optimizar el espacio que ocupa cuando no es utilizado, fue una revolución en el mercado. Además, en su momento, se vendió a un precio muy por debajo del que era el modelo tradicional.
LA REVOLUCIÓN
Ya entrados en el siglo XXI, con la multiplicidad de opciones que ofrecen las nuevas tecnologías, la gran variedad que existen se adaptan a todos los gustos. Desde el carrito bebe convertible, hasta los que incorporan mecatrónica, wifi, conectividad, y muchas otras prestaciones.
Hoy encontraremos en las tiendas, carritos de cuatro o de tres ruedas, carritos que se pueden "desarmar" para usarlos como asiento del bebé en el auto, y de tamaños muy diferentes, desde los muy chiquitos hasta otros que parecen pequeños vehículos. Y por supuesto con variedad de diseños y colores.
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