Este miércoles, dos niñas fueron atacadas por carpinchos en Punta Viracho, en el Lago de Salto Grande. Una de las menores recibió 7 puntos de sutura en la pierna.
Las niñas se encontraban jugando a la orilla del Lago, cuando "vimos a un carpincho que pasó cerca de las niñas, pero no hizo nada. Solo fue un susto. Sin embargo, luego salieron otros dos carpinchos del agua, corriendo, y volvieron a zambullirse. Fue ahí cuando empezaron a atacar”, relató Mabel, la madre de las menores, al portal 7Páginas.
Según lo que contó la mujer, los animales se movieron bajo el agua directamente hacia las niñas. En el momento del ataque, una de las menores estuvo a punto de ahogarse mientras intentaba defenderse, agregó Mabel. “Fueron momentos de desesperación. Cuando lograron salir del agua, vimos que a Fiama, mi hija, la habían mordido en la pierna, mientras que la otra niña sufrió solo un raspón”, añadió.
La menor que sufrió la herida de mayor gravedad fue trasladada al hospital Masvernat, donde fue atendida y recibió siete puntos de sutura en la pierna, consignó 7Páginas.
¿PORQUÉ ATACAN LOS CARPINCHOS?
El predio del lago de Salto Grande es conocido por la abundante presencia de carpinchos, que suelen atraer la atención de turistas.
Las mordeduras de Hydrochoerus hydrochaeris (nombre científico de los carpinchos o capibaras) en humanos son relativamente poco frecuentes. Se trata de animales herbívoros y apacibles que suelen huir ante la presencia de humanos.
No obstante, cuando se presentan los extraños casos de ataques de carpinchos, suele deberse al instinto de protección de los animales, en épocas de reproducción o cuando recientemente han nacido sus crías y las madres sienten que los humanos son una amenaza para ellos.
La época de celo suele ser en primavera, pero pueden aparearse en cualquier época del año, y es la hembra la que a través de un silbido por la nariz le avisa al macho que está en celo.
Es posible, aunque es difícil confirmarlo, que estos carpinchos o estén en celo o tengan crías pequeñas. Y la sola presencia de las personas los haya intimidado, sin la necesidad de que las niñas hayan hecho nada. Simplemente su presencia puede haber asustado a los carpinchos. Y por ello se podría entender el ataque.
No obstante, sería conveniente que desde el organismo a cargo del Perilago se tomen medidas informativas y de prevención, para que no se presenten nuevos inconvenientes, y ambos, humanos y carpinchos, puedan disfrutar del lugar.
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