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Edgardo Kueider, de la clase media baja a un puñado de empresas investigadas

Por Laura Terenzano (*)

El senador detenido en Paraguay mamó la política desde joven en Concordia. Familia humilde, campaña a caballo, devoción por la tecnología y negocios opacos.

Edgardo Turco Kueider

La vida política de Edgardo Kueider en Entre Ríos tiene episodios tan desopilantes como la campaña que encabezó subido a un carro tirado por un caballo. Fue pionero con un diario digital, pasó por el PAMI de la mano de Néstor Kirchner y terminó convirtiéndose en el hombre de confianza de Gustavo Bordet. Una novela turca llena de emociones y rosca política.

Nadie que lo haya conocido puede negar el empuje y el vanguardismo que Kueider siempre mostró. Su apodo, El Turco, se hizo famoso en cada rincón de los municipios cuando llegó a la Casa Gris de la mano de su mentor político, pero ocho años antes, en su ciudad de origen, ya era el filtro por el que había que pasar para llegar al intendente Bordet. Supo escalar desde su banca de concejal hasta construir un poder que le estalló en sus propias manos tras su detención este jueves en Paraguay.

Los Kueider en Concordia

Antes de meterse en la actividad política, Kueider cursó la secundaria en la escuela de Comercio N°1. Durante su juventud, vivió con su familia paterna en una casa modesta de clase media baja en calle Las Heras, en la zona periférica del centro. Hacia el fin de la secundaria conoció a Carla Capelli, también apodada La Turca, quien fuera su primera esposa y madre de tres de sus cinco hijos. Su segundo matrimonio fue con Liliana Di Lello, una kinesióloga concordiense y madre de sus dos hijos menores. Ambas están siendo investigadas por la Justicia.

Si bien no se conoce mucho acerca de su familia paterna, sí se sabe que no venían de un pasar económico lujoso. Quienes los conocieron en su juventud relatan que Kueider era un joven común y corriente con interés por los desarrollos tecnológicos desde muy temprana edad. Con su última esposa, de quien se separó hace un tiempo, vivían en un barrio de clase media acomodada en la zona norte de la ciudad. Ella y sus hijos menores de edad residían allí con vida normal hasta hace unos días. En las últimas horas, la vivienda está sin actividad y completamente cerrada.

Sus tres hijos mayores caminan a la par del senador en la política. Facundo Darío Kueider es abogado y fue designado en marzo de este año en la planta temporaria en el Senado, con destino al despacho del compañero de bloque de su padre, el correntino Carlos Camau Espínola.

Su hija, Emilce, es empleada administrativa en la oficina de Buenos Aires de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, a donde Kueider influenció para el nombramiento de los delegados bajo la presidencia de Javier Milei. Su otro hijo, Haidar, maneja una empresa que se dedica a la pauta publicitaria en redes sociales. Durante la campaña del año pasado, manejó las cuentas del Partido Justicialista. Máximo, el anteúltimo, fue noticia durante la campaña del año pasado por haber fiscalizado para La Libertad Avanza en Concordia.

Sus orígenes en Entre Ríos: la política a caballo

Los primeros pasos de Kueider en la política fueron de la mano de la militancia universitaria, en la Universidad Nacional de Entre Ríos. En una facultad dominada por la Franja Morada, se anotó en las filas de la Juventud Peronista y usó esa plataforma para desembarcar en las grandes ligas.

Luego de su paso por la Facultad de Ciencias de la Administración, ingresó a la política partidaria cuando participó en una elección de la Juventud del Partido Justicialista local, a finales de la década del 90. Esa fue la primera vez que Kueider desplegó su ambición de poder. La anécdota cuenta que se montó a un carro traccionado a caballo -una postal todavía bastante frecuente en la ciudad- para marcar distancia del candidato oficialista que representaba al poder político hegemónico del momento, el de Jorge Busti y Augusto Alasino.

Las crónicas cuentan que se paseó por la ciudad con su mensaje de austeridad en contraste con el derroche de recursos que ostentaba el candidato oficialista, Eliseo Blanco, ante quien perdió. La ironía del destino quiso que, más de 20 años después, Blanco fuera el denunciante de Kueider en los tribunales de Concordia en la causa que tramita por enriquecimiento ilícito.

El desembarco que lo acercó a Gustavo Bordet

La notoriedad pública que logró arriba del carro llamó la atención del candidato a intendente del momento, Hernán Darío Orduna, quien lo convocó a sus filas y lo aupó para que fuera electo concejal, dándole además la presidencia del cuerpo deliberante. Cumplió un solo mandato. Sin red pública, Kueider encontró en la comunicación política un nicho de oportunidad y creó una consultora de comunicación y uno de los primeros diarios digitales de la ciudad, Hora Digital, pionero en la publicación de noticias con videos. Corría 2004. Fue toda una novedad para la ciudad.

La vida en el sector privado le duró poco, porque rápidamente logró ingresar, de la mano de personas que habían militado a Néstor Kirchner, como empleado en la Unidad de Gestión Local del PAMI, donde transitó varios años y acumuló poder. Tanto que su nombre estuvo asociado al desplazamiento de Guillermo Deymonnaz, el primer director ejecutivo nombrado por Javier Milei: esa movida se vinculó a un acuerdo de la Casa Rosada con el senador en el contexto de su voto en favor de la Ley Bases.

La construcción de poder de Edgardo Kueider

Del PAMI salió a pedido de Bordet. El entonces intendente lo convocó para que se hiciera cargo de su comunicación y lo sumó al área de Prensa. Ese fue el paso final de Kueider para la construcción de poder en el ámbito público. Supo quedarse siempre al lado del mandatario y se convirtió en su mayor hombre de confianza. Llegó a ser secretario General de la gobernación en el primer período de Bordet en la Casa Gris y luego este fue su impulsor para que desembarcara en la banca que, todavía, ocupa en el Senado.

Desde Buenos Aires, El Turco hilvanó eslabones de poder en todas las terminales, tanto peronistas como las que se fueron abriendo a lo largo de los cinco años que fue legislador. Hablaba con todos y luego decidía su jugada. Así, este año logró acuerdos con el gobernador Rogelio Frigerio para impulsar nombramientos de gente de su riñón en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande.

Tecnología y negocios

La empresa que se asocia a Edgardo Kueider y su hijo Haidar es EDEKOM S.A., una de las firmas investigadas por la Justicia en la causa por enriquecimiento ilícito. En la declaración jurada del senador dice que se dedica a servicios de consultoría en Tecnología de la Información, programación y consultoría informática. También al procesamiento de datos y portales web. Durante su paso como funcionario provincial, Kueider fue el impulsor de todo el montaje de los centros de cómputos del peronismo no solo en la provincia, sino en varios municipios. Desde allí se procesaban todos los datos electorales que luego se daban a conocer desde el PJ.

No es la única empresa con la que cuenta: Kueider figuró también como socio, desde principios de 2020, de Betail S.A., creada inicialmente para el comercio de ganado bovino y que también cuenta con criaderos de pollos en Concordia. Esta firma también está bajo la lupa de la Justicia.

Es, quizás, este módico imperio empresarial tejido por Kueider la justificación que el senador podrá utilizar para sustentar el origen de los 150 mil dólares que debió afrontar como fianza en Paraguay.

(*) Fuente: Letra P / Tarea Fina Noticias

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