Por Patricia Sanabria *
La enfermería del sistema de salud pública de Entre Ríos atraviesa problemas de gestión, déficit de recursos humanos, inequidades, y desigualdad de oportunidades y trato.
A partir de la sanción de la ley 10.930, el colectivo de enfermería empezó a renovar esperanzas, luego de transcurrida una pandemia, que los enfrentó a enormes desafíos y situaciones extremas que supieron sobrellevar, con voluntad, esfuerzo y dedicación hacia el cuidado de las personas; transcurrida la misma y con gran desgaste psicofísico, ausencia de abordajes de estos aspectos, deudas de miles de francos, falta de celeridad en la concreción de los concursos de funciones jerárquicas (en algunas instituciones nunca se concretaron o hace varios años no se solicitan), que conllevan designaciones interinas, que ya vienen desde hace tiempo, que no reúnen los requisitos de la ley en muchas ocasiones, con desconocimientos en la organización y gestión de los servicios de enfermería, en otros, que ocasiona inequidades, desigualdad de oportunidades y trato y también en varios casos abuso de poder.
Sumado a esto existen otros aspectos establecidos en la Ley 10.930, que no se ponen en ejecución a pesar de la puesta en vigencia del mencionado marco legal a través de su decreto reglamentario en marzo de 2023 como: los controles de salud, pagos de bonificaciones (prolongación de jornada, guardias pasivas, etc.).
La excesiva burocracia en el proceso de pago de funciones jerárquicas, muy bajos en la actualidad, tiene como consecuencia un alto porcentaje de gestores de Enfermería que cumplen dichas funciones y no perciben el adicional que demora más de un año o varios años en hacerse efectivo, aun si las funciones se obtienen por concurso.
El déficit de recurso humano es muy notorio en muchas instituciones de salud, tal como manifestó nuestro sindicato en el 2023, solicitando una ley de cargos, como el resto de los profesionales de salud, para poder implementar un incremento de cargos, sobre todo en las instituciones de mayor demanda; quienes poseen alto porcentaje de enfermeros como suplentes extraordinarios o estabilizados, que a la hora de otorgarles sus correspondientes licencias, no poseen reemplazos, siendo esta situación compleja en ciertos periodos del año, ya que se recarga al resto del personal, sumados a los ya existentes.
Los más de 4.000 enfermeros y enfermeras de la provincia esperan hechos concretos, ya no palabras vacías de acciones, promesas, ni aplausos. Consideramos que sería un verdadero homenaje a quienes sostuvieron y sostienen en su mayor parte, el sistema de salud pública de la provincia”.
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* Patricia Sanabria es miembro titular de la comisión directiva provincial de UPCN. Licenciada y profesora en Enfermería, Técnica Superior en Instrumentación Quirúrgica. Maestrando en la Maestria en Direccion y Gestion de Recursos Humanos de la Universidad Blas Pascal. Supervisora de atención primaria de la salud, e integrante del Comité de Bioética del Hospital San Martín de Paraná. Integrante de las comisiones asesoras de las leyes de Enfermería N° 10.930 y N° 8.899. Culminó sus estudios de Abogacía en la Universidad Blas Pascal.
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