Columna de Opinión - Con firma
Por Fernando Zapata *
Las recientes elecciones P.A.S.O. en nuestra Argentina expresaron unas crecientes dispersión y disconformidad imperantes,no sólo en las fórmulas oficialistas y opositoras sino, también, en gran parte del sistema político tradicional.
Tal crisis de representatividad y de participación se manifiesta,además del escenario de "cuatro cuartos" de candidaturas, sino también en un creciente porcentaje de ausentismo electoral de casi un 20 por ciento, así como también, en la actitud de numerosos ciudadanos, de muy diferentes estratos sociales y de variadas franjas etarias, que ya no acuden a emitir su voto o que, peor aún, reniegan de sus deberes cívicos en general.
La polémica y desgastante "grieta" entre las 2 principales fuerzas políticas nacionales (el cuestionado populismo kirchnerista de Unión por la Patria y el post-macrismo de Juntos por el Cambio) se ha distorsionado tanto, que ha dado lugar a otra expresión, más polémica y más controvertida aún, como lo es La Libertad Avanza del ultra-liberal Javier Milei, así como también, ha dejado muy atrás a otras expresiones políticas, tales como lo son el Frente de Izquierda trotskista, el peronismo disidente de Juan Schiaretti y varias otras fuerzas electoralmente en repliegue y ya muy fragmentarias.
Esta crisis de representatividad y de participación político-partidaria también tiene un correlato en lo gremial-sindical y asociativo del Movimiento Obrero Argentino, en el cual las actuales direcciones de la 3 CGTs y de las 2 CTAs se han mostrado declaradamente alineadas con el oficialismo kirchnerista, renegando de la autonomía plural interna cada vez más necesaria, máxime en este semejante escenario de empobrecimiento imparable e insostenible crisis vigente, tanto en lo económico-político, como así también en lo socio-cultural,situación en la que el actual gobierno kirchnerista de los Fernández-Fernández no está pudiendo ni afrontar, ni sostener ni,mucho menos, recuperar aliento.
Los gremialistas socialistas consideramos, como factor prioritario y central, resguardar la autonomía y el pluralismo interno en todos los ámbitos del Movimiento Obrero Argentino, respetar las diferentes ideas y expresiones que lo constituyen y, por sobre todo, bregar por mantener y desarrollar la unidad y la fuerza, cohesiva y convocante, de las mayorías laboriosas y productivas del país, por sobre cualquier diferencia comprensible en un marco de convivencia democrática y republicana, en favor de mejoras económico-materiales, laboral-sindicales y socio-culturales, situación muy lejos de alcanzarse y de, ni siquiera, visualizarse en la brutal crisis actual.
Los gremialistas socialistas consideramos como un factor central el hecho mediante el cual las nuevas representaciones gremial-sindicales y asociativas que emerjan, de dicho Movimiento Obrero Argentino en adelante, deberán priorizar esta necesidad de unidad y de autonomía, de convivencia y de pluralismo participativo y solidario, amplio y fraternal, con una orientación claramente progresista y mayoritariamente convocante, a nivel masas.
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